Déjame contarte una historia sobre una campaña de marketing digital. Martha es una mujer de 33 años de edad, que trabaja como recepcionista en una empresa mediana, está casada y es madre de una pequeña niña de 10 años.
Aunque le gusta su trabajo, siempre está haciendo manualidades, un tanto por pasatiempo y otro poco como una forma de obtener ingresos extras. Recientemente vio unas figuras hechas con base en resina epóxica y empezó a pensar que ella podría hacer muchos accesorios una vez que conozca esa técnica, así que platica con su esposo sobre esto y él pregunta cómo son esas figuras, por lo que Martha le muestra algunos ejemplos que encontró en Instagram.
Un día revisando esta red social, Martha se topó con un anuncio con un titular que decía “aprende cómo hacer hermosas figuras con resina. Es muy fácil”. Este posteo tenía un botón que decía regístrate gratis. Claro que Martha se emocionó y se lo enseñó al esposo.
– Mira, justo lo que estaba buscando.
¿Qué hizo Martha? Dio clic, se registró y tomó un curso básico sobre este material, cómo trabajarlo y cómo hacer figuras.
Conecta con tu audiencia
En este lapso, ella nota más anuncios sobre manualidades, accesorios con resina, figuras, etcétera, apareciendo en su red social. Hubo un anuncio en particular que le llamó la atención, dio clic y le interesó leer más porque le regalaron una guía (en formato PDF) para que la descargara gratis si llenaba un formulario.
Cuando acabó su curso gratuito, esa misma persona que impartió el taller le ofreció un curso más amplio, con más horas y prácticas para hacer otro tipo de accesorios con dicha resina. Como su experiencia fue grata con el curso, Martha decidió tomar esa opción y pagar por el nuevo taller y hacerse una experta en el manejo de la resina epóxica para sus manualidades.
A la par continuó conociendo más sobre ese otro curso que le había regalado una guía, con la finalidad de evaluar tomarlo porque trataba sobre algo específico que a ella le encantaba hacer: moldes.
Contenidos de valor tras una estrategia
¿Qué pasó aquí? Veamos el detrás de cámaras. Martha es un usuario frecuente de Instagram, lo revisa periódicamente cuando no tiene mucho trabajo y en las noches antes de irse a dormir. Al estar interesada en las manualidades busca contenidos al respecto, generando una huella con la cual pueden rastrearla y hacer un perfil de ella con base en sus intereses.
A una chica emprendedora se le ocurrió hacer cursos sobre manualidades, técnicas y materiales, uno de esos cursos fue justamente el de figuras con resina; los difundió y promocionó en las redes sociales. Esta chica conoce a su audiencia, sabe quién puede tomar un curso así, a quién le interesa,tiene bien definido su buyer persona y encontró el camino para toparse con ese tipo de audiencia en Instagram.
La chica emprendedora generó contenidos de valor para publicarlos orgánicamente (sin esfuerzo de paga), sobre manualidades, ejemplos, fotos de los trabajos realizados, testimonios de otras personas que han tomado su curso, quienes comparten orgullosas las creaciones que han realizado.
Esos esfuerzos generaron una comunidad para esta chica, a la que puede hablarle y conectar con quienes la integran porque comparten intereses. Así que cuando difundió su anuncio, este sí pautado (es decir con una inversión en redes sociales para tener mayor alcance) conectó con varias personas, entre estas a Martha.
Ese primer curso fue gratis para dar a conocer cómo expone y su conocimiento. Mucha atención que no es un contenido trivial, sino realmente un curso que brindó valor y justo por la buena experiencia que dio a su comunidad es que varias personas decidieron tomar el nuevo curso, aunque este sí era de paga, concretándose la venta de una forma natural (esto es Inbound Marketing).
Busca hacer remarketing
Otro punto que destaca en esta historia es el poder del remarketing, cuando Martha recibió más anuncios sobre talleres es porque la publicidad siguió su rastro para ofrecer lo que sí le interesa, de nada serviría orientar un esfuerzo hacia una persona que no tiene el mínimo interés en lo que ofreces.
Esa otra persona o empresa ofreció un contenido de valor, es decir, la guía descargable para que Martha dejara sus datos, realizaron una conversión, ya que Martha pasó de ser una visitante a un lead. Al obtener sus datos, se podrán hacer diversas campañas para atraerla.
Si el contenido es de valor una marca puede colarse en el interés de una persona, no porque Martha ya hubiera decidido adquirir un curso quiere decir que seguirá con esa instructora, puede valorar adquirir otro taller.
Cómo te puede servir en una estrategia
¿Qué hay que hacer? Si eres la marca que ya atrajo un lead, te están mirando e incluso ya hasta te compraron, tu labor en la parte de marketing digital es seguir generando contenidos de valor, hacer que ese cliente continúe comprando y acompañarlo hasta que lo fidelices y sea tu embajador de marca.
Si eres la otra “entidad” que logró llamar su atención, necesitas conseguir que te vea como una mejor opción porque comunicas eficientemente, con estrategia, le hablas como a ella le gusta, se identifica y entonces adquirirá lo que le ofreces.
Y, finalmente, si no eres ni la primera ni la segunda, necesitas hacer esfuerzos para hacer visible a tu marca, llamar su atención y atraer a Martha hacia tu comunidad.
Las claves de marketing digital para esta historia son:
- Conoce a tu audiencia.
- Identifica dónde se mueve tu audiencia.
- Observa cuáles son sus intereses.
- Realiza tu buyer persona.
- Genera contenidos que atraigan a esa audiencia.
- Desarrolla dinámicas propiciando la interacción.
- Brinda calidad en tus contenidos y en todo lo que ofreces.
- Busca fidelizar a tus clientes.
- Genera estrategias de remarketing.
Me gusta la explicación mediante un ejemplo.
Gracias.