Nada más complicado que generar confianza en los clientes cuando inicias con un negocio o un emprendimiento, porque quizá no tengas referencias, testimonios, recomendaciones sobre tu trabajo. Así que debes emprender acciones para generar confianza en tus prospectos y clientes.
De por sí es difícil de conquistar la confianza de los clientes, aunque tu negocio lleve varios años en marcha. Una vez que lo has hecho debes seguir trabajando para fidelizar y crear embajadores de marca, porque todo lo construido fácilmente puede irse si quedas mal con tus clientes.
Por eso, en este artículo veremos algunos consejos que siempre ayudan para brindar confianza a tus stakeholders, con quienes interactúas por primera vez.
Cuida tu comportamiento
Ya sea que estás emprendiendo como un profesional o con un negocio, si tienes colaboradores o lo haces de forma independiente, es importante que seas natural, auténtico y que cuides tu comportamiento para que los demás te tomen en serio.
Conforme avances tus actitudes serán hábitos y posteriormente políticas de atención al cliente. Así que desde el origen trata de que tengas la mejor actitud frente a tus prospectos. Estos rasgos te ayudarán a que haya una confianza en tu persona, en tu negocio o en tu equipo de trabajo:
Sé claro y transparente: Lo que ofrezcas debe ser claro, cualquier producto o servicio que sea la base de tu negocio o emprendimiento debe ser claro para aquellos a quienes se los ofreces. Evita generalidades y ambigüedades, especifica bien los alcances de tus acciones, da ejemplos, no hagas rodeos. Si vendes zapatos que quede claro que vendes zapatos.
Ser transparente significa que abras tu ser hacia los demás, que no ocultes nada, es mejor que te vean como el nuevo en el mercado, pero dejando claro que eres experto en lo que haces, a que quieras inventar casos, testimonios, etc.
Sé honesto: Nada peor para un prospecto que sentirse engañado porque seguro abandonará su intento de adquirir tus productos o servicios. Seguramente te ha pasado cuando has tratado con una persona o una empresa que por vender utiliza recursos que detectas como un engaño y en automático lo sacas de tu pull de opciones. La honestidad es un valor que siempre te abrirá puertas, incluso si algo no está en tu competencia o no lo sabes hacer será mejor reconocerlo a que falles al momento de la ejecución.
Mantén un trato amable: Una buena actitud, con vibra positiva, un trato amable y educado es una carta de presentación excelente. Cuando eres formal en tu comportamiento los demás lo perciben y aunque apenas te van conociendo inspirarás confianza.
Reconoce tus errores: Cuando hay fallos o equivocaciones hay que saber aceptarlo en vez de ocultarlo o tratar de disfrazarlo. La confianza se va construyendo acción tras acción, si tú aceptas un error el prospecto o cliente podrá enojarse, pero valorará que hables con la verdad y lo resuelvas. Pero mucha atención en que no te la pases de error en error porque eso ya no abonaría en una relación de confianza, sino en un descarte.
Brinda soluciones: Hay que ser propositivos y resolutivos, tú eres el experto en los productos o servicios que ofreces, por eso los prospectos se están acercando a ti, por tal, da una consultoría, propón ideas y acciones que no te están solicitando. Evita pretextos y justificaciones, siempre brinda soluciones, nada genera más confianza que una persona que sabe resolver.
Maneja tu presencia digital
Independientemente de tu giro, sector o lo que ofreces, es importante que tengas presencia digital, pero de manera controlada y estratégica. Esto quiere decir que todos los aspectos que tengan que ver con tu emprendimiento o tu negocio en plataformas digitales los manejes de forma adecuada, porque seguramente será donde las personas se informen y busquen más datos de ti para decidirse a contactarte.
Traza tus entornos digitales: Necesitas trazar una estrategia de los entornos digitales en los que tendrás presencia para generar un mensaje que comunique, que sea claro y conecte con la audiencia de tu interés.
Por ejemplo, aunque seas un autónomo, freelance o un emprendedor piensa en la opción de tener un sitio web que te represente, que contenga tu oferta de valor, lo que haces, etc. De igual forma piensa en qué redes sociales quieres tener presencia o si ya tienes perfiles abiertos trata de homogeneizar el mensaje, que tengan una intención.
Gestiona tus redes sociales: Ligado al punto anterior, es importante que gestiones tus redes sociales personales, profesionales o de negocio. Establece una estrategia, ten un control de lo que publicas y trata de que los materiales o mensajes que difundas a través de estas contribuyan con tu emprendimiento.
Por ejemplo, puedes tener una Fan Page de tu negocio y ahí contendrá toda la información necesaria para que la audiencia sepa qué haces, qué ofreces, etc; pero es posible que un prospecto visite tus redes sociales personales para saber más de ti, para saber qué te comentan y detectar si eres confiable.
Genera contenidos de valor: Cuando generas contenido de valor que interesa a tu audiencia, que les soluciona algo, y no estás todo el tiempo diciéndoles “compra, compra”; desarrollas un vínculo con esas personas que te ven como un especialista, que te siguen por tu conocimiento, por ese contenido valioso. Esto lo puedes lograr a través de un blog que es una gran herramienta para generar confianza en tus clientes.
Sé Inbound en todo momento: Cuando hablamos de Inbound Marketing estamos frente a una metodología que su esencia es atraer mediante contenidos de valor para enamorar a los clientes. Pero el Inbound puede ser una actitud que inunde todas tus acciones. No hay nadie más confiado que una persona enamorada porque le otorga su confianza plena a alguien que le ha demostrado que la escucha, la cuida y le interesa.
Por ejemplo, al platicar con un prospecto puede que este sea directo contigo y te mencione que por el momento no está interesado en lo que ofreces; si tu reacción es de enojo o si eres muy tajante y dices un “gracias” sin más; la relación comercial puede que hasta ahí haya quedado, muere, se olvida, pero si te despides cordialmente y le dejas unos consejos que realmente le sirvan a esa persona estás siendo Inbound porque cuando esté listo para comprar seguro te tendrá en mente.
Si lo quieres ver en un ejemplo fuera de negocios, pensemos en un grupo de amigos, se acerca el cumpleaños de uno de ellos y la mayoría no sabe qué regalarle, pero hay uno que le da justo el obsequio que estaba esperando. Todos conocemos a alguien que siempre sabe qué obsequiar, aunque no sea costoso el regalo, sabe bien qué hacer para que la otra persona se sienta genial con su regalo. Muchos dirían que es “bien atinado”, pero no es así, tiene una actitud Inbound porque sabe escuchar, conoce a sus amigos, entonces para él es fácil regalarle a cada uno de ellos.
Desarrolla referentes y soportes: Si eres nuevo en un mercado, la gente siempre buscará referencias para saber si cumples, si tienes la capacidad, etc. El hecho de ser nuevo no quiere decir que apenas empiezas, seguramente ya tienes experiencia en otros trabajos, desarrollando otros proyectos, todo eso cuenta para dar confianza.
Por eso debes desarrollar referentes o soportes que hablen de ti como profesional, de lo que has hecho, de las posiciones que has ocupado, etc. Esto lo puedes reflejar en un sitio web, en tu CV, crea un book o portafolio con proyectos que hayas realizado, incluye casos de éxito o testimonios reales de personas que anteriormente interactuaron contigo, aunque haya sido en una empresa en la que hayas trabajado.
Con el paso del tiempo y conforme vayas teniendo mayor interacción con tu audiencia tendrás más factores de credibilidad. Generar confianza es un gran reto, pero si sabes trabajar, eres formal, entregas en tiempo y forma, si das respuesta, los clientes te irán recomendando.