El cambio digital ha detonado grandes modificaciones en el ámbito de los negocios y uno de estos tiene que ver con la necesidad de contar con espacios de interacción en la red, ya que cada vez es más dinámico el ambiente laboral, profesional y comercial.
Sin embargo, todavía está muy clavada en la mente de las personas la idea de que los negocios solamente se hacen en espacios físicos, existe una visión de querer ver materializados los esfuerzos en una infraestructura.
Si bien hay sectores productivos que necesariamente requieren tener una fábrica, también hay muchos giros que bien podrían operar en línea y su esfuerzo verlo materializado en tecnología.
Evolución de las oficinas virtuales
El concepto de oficina virtual surgió hace ya varios años, pero se dio como una extensión de una empresa física para contar con espacios que no estaban integrados a su compañía, principalmente tuvo su mejor exponente en las salas virtuales, que en realidad eran salas físicas rentadas solo por un periodo de tiempo.
La idea evolucionó y se generó una oficina virtual en la que las personas emprendedoras, freelance o compañías muy pequeñas rentaban servicios administrativos no vinculados a su empresa, por lo que entonces se dio esta “virtualidad” porque tenían una dirección, una atención de recados y llamadas, sala física de juntas para usarla en ciertos momentos.
El peso de lo “físico” seguía ahí, porque se buscaba aparentar estar en lo físico, pero sin tener que invertir en la infraestructura. En algunos países esta visión ha escalado un paso más para realmente tener plataformas digitales en las que se hace networking.
Pronto será una tendencia el contar con verdaderos espacios virtuales que propicien la interacción en la red.
El concepto de un Edificio Virtual es justamente alojar diferentes despachos, oficinas e inquilinos que están interactuando en lo digital, que si no se olvidan de lo físico bien operan con mayor fluidez en los terrenos online.
Ventajas de una oficina digital
La pandemia, la transformación digital, las formas de trabajo remotas, el aumento de tiempo invertido y destinado para estar en los entornos digitales ha llevado a cambios radicales de comportamientos de mercado, de los consumidores y de quienes ofrecen sus productos y servicios.
Un espacio virtual es una alternativa que en una década será la generalidad. Simplemente hoy ya podemos ver a empresas interactuando entre sí de distintas ciudades o países, con proveedores por igual de lugares a distancia, sin la suspicacia sobre si serán empresas serias o no por el hecho de moverse en digital.
Entonces hay que diferenciar bien el viejo concepto de oficinas virtuales y la visión actual de un espacio digital; los negocios, industrias y personas que se adapten para ser parte de un edificio virtual tendrán diversas ventajas:
- Ahorro en adquisición de infraestructura.
- Tu actividad no tiene límites en digital.
- Mejor organización de tu equipo de trabajo.
- Optimizas tu atención y seguimiento a clientes.
- Nuevos esquemas de trabajo.
- Generas ambientes colaborativos.
- Mayor posibilidad de contactos.
- Networking de alto nivel.
- Expandes tu actividad a otros países.
- Focalizas tus esfuerzos en tu operación.
