Empresas en México persisten en un esquema tradicionalista asfixiante

Pocas empresas en México tienen una visión moderna en la que entiendan que sus colaboradores son la parte medular del negocio. El esquema tradicionalista continúa imperando, tomando a los trabajadores únicamente como un número.

Pareciera que las compañías añoran los tiempos de la esclavitud, en la que se podían imponer sin ninguna consecuencia ni ley que los detuviera. Quizá no sea consciente este pensamiento, pero es una reminiscencia que persiste desde aquellos años.

Una empresa de vanguardia entiende que no está contratando a una persona, sino un servicio o un talento, por lo que hacen un trato o acuerdo valorando el talento de la persona y resguardando su integridad. Al entender la importancia que tienen sus colaboradores, estas compañías toman conciencia de la necesidad de una diversidad propia de lo humano.

Al enfocarse en el bienestar de sus trabajadores, estas empresas no se limitan al mero cumplimiento de la ley, sino que implementa acciones genuinas en favor de sus colaboradores, con el objetivo de crear un ambiente de trabajo positivo, sano y en equilibrio, brindando flexibilidad y beneficios a los empleados.

En esta premisa, de empresa moderna, se entiende que el resultado será contar con una plantilla talentosa, motivada y productiva que buscará permanecer en la organización y crecer junto con esta.

Tal vez suena como un ideal, pero hay varias empresas a nivel mundial que lo han conseguido. Son negocios rentables y exitosos, pero no a cuestas de sus empleados, sino junto con ellos.

La visión tradicionalista

En cambio, las empresas tradicionalistas tienen una visión suspicaz, sospechan de la gente, se sienten incómodas tratando con personas, quieren tratar con números y certezas. Ponderan el negocio pese a todo, aunque se aplasten los valores, aunque se atente contra lo humano.

Están ávidas de tener autómatas, eliminar la diversidad y contar con trabajadores carentes de emociones. Quisieran que todos marcharan como robots haciendo lo mismo, laborando sin ninguna queja o sugerencia. Sus áreas de Recursos Humanos sufren los embates y pierden su esencia, para ser un departamento de números y estadísticas, quizá podrían cambiar el nombre a “Recursos de Autómatas”, porque todo lo ven como una estadística sin detenerse a ver lo humano.

Los esquemas tradicionales no entienden de flexibilidad, buscan que todos estén encapsulados en un horario, como si por cumplir esas horas fueran más productivos. Recuerdo un artículo que justo decía que el empleado hoy es el esclavo moderno. Estas empresas no contratan el servicio ni el talento, contratan la presencia de una persona, las horas que brinda. No saben trabajar por objetivos y, por lo tanto, los resultados están viciados.

No es extraño entonces que el trabajador en un esquema tradicionalista no se sienta apreciado, esté insatisfecho y haya una alta rotación. De acuerdo con el Reporte de Bienestar 2022 de Betterfly, más de la mitad de los trabajadores latinoamericanos notan una falta de interés en su bienestar por parte de su empleador.

Por eso es que la rotación de personal es uno de los principales retos empresariales. En México por lo menos 1 de cada 3 organizaciones tienen grandes problemas por la rotación del personal.

Una encuesta indica que el 32% de las compañías en México están “extremadamente preocupadas por la rotación laboral” y este fenómeno se hace mayor conforme es más grande el número de trabajadores en una empresa; así, las empresas con equipos de 51 a 100 trabajadores registran el mayor índice de rotación, con el 44%.

Un círculo vicioso que afecta la productividad

En esta visión empresarial tradicional, lo que necesita la empresa es tener más horas trabajando a las personas, porque no logra formar un equipo de largo plazo, así que cada nuevo integrante empieza con una curva de aprendizaje que no se rebasa porque la rotación vuelve a girar esta rueda.

¿El resultado? Un círculo vicioso, para las organizaciones es el mercado laboral el que no cumple con sus expectativas, para los trabajadores la empresa los empuja a abandonar su labor.

Finalmente, la productividad tiene impactos negativos y corre el riesgo de afectar también la rentabilidad del negocio; entonces viene la respuesta de las organizaciones exigiendo más horas, buscando autómatas. Siendo suspicaces de la flexibilidad, no quieren dar margen para que el trabajador los engañe y no labore.

El mejor método para este tipo de empresas es ver a sus trabajadores sentados en una silla frente al escritorio, tener a los empleados en una computadora, mantener una línea de producción activa.

¿Se hace la diferencia? No, es parte del círculo vicioso.

La máxima indica: “más tiempo en la oficina no se traduce en mayor cantidad de pendientes bien hechos y objetivos alcanzados”. De hecho, la OCDE indica que México es la economía con el peor balance vida-trabajo, ya que en promedio se laboran 2 mil 246 horas al año (480 horas por encima del promedio registrado por la OCDE) y la puntuación en productividad es de 20 en una escala de 100.

En México se trabaja mucho, pero se produce poco, no se cumplen objetivos porque no se trabaja por estos, se labora por horas.

¿Conviene ser una empresa moderna?

Se califica a una empresa con visión moderna a aquellas organizaciones que están acorde con las necesidades actuales del mercado laboral y las expectativas de los candidatos.

La flexibilidad laboral, nuevos esquemas y la búsqueda del bienestar es una exigencia del mercado de hoy, si una compañía no responde ante esto y sigue haciendo lo de siempre, lo que se hacía antes de haberse detonado esta necesidad por la flexibilidad, entonces es una empresa tradicionalista por no decir retrógrada.

Compañías que se enfocan en mejorar la calidad de vida de sus colaboradores, como el trabajo remoto, los esquemas híbridos y los horarios escalonados, que incluso ofrecen prestaciones más allá de la ley, están teniendo grandes resultados en cuanto a productividad, rentabilidad y percepción positiva o reputación de marca.

Un estudio de SherlockHR indica que en México esto no es la prioridad para las empresas. Si bien, la pandemia motivó y aceleró la implementación de otros esquemas laborales como el trabajo remoto, para muchos países la configuración del mercado laboral permaneció con una oferta amplia de diferentes esquemas laborales. Mientras en México la tendencia es un regreso al rígido esquema presencial.

“Con un promedio del 62% de las empresas, México es el país que más ha mantenido la modalidad de trabajo presencial en América Latina, entre las compañías que podrían operar con home office o un esquema híbrido.”

La “Encuesta Global de Bienestar 2023” de Aon señala que una organización podría incrementar su rendimiento entre 11 y 55% al implementar políticas enfocadas en mejorar la calidad de vida de los colaboradores, particularmente en el equilibrio vida-trabajo.

Cabe aclarar que no todas las industrias, departamentos o actividades son propensas a la flexibilidad laboral, pero con creatividad todos los trabajadores en una empresa pueden gozar de beneficios que impulsen una mejor calidad de vida o un equilibrio vida-trabajo.

Claro está, que esto implica, tener la visión, gestión, procesos y planificación para llevarlo a cabo y esto en una empresa tradicional es inadmisible porque es más fácil el control dictatorial, lineal y rígido en donde no se considera lo humano. Y al final su grito de batalla será: “¿no te gusta? pues lárgate”.

Flexibilidad, una exigencia y necesidad del mercado laboral

El Informe de Tendencias en Beneficios para Empleados y Empleadas 2023 en México de Coobee menciona que 7 de cada 10 trabajadores mexicanos están dispuestos a cambiar de empresa si sienten poco o nada valorados en su trabajo.

Además, 85% de los mexicanos quiere conservar un modelo de trabajo híbrido y el 70% de los candidatos laborales en México el esquema laboral ya es uno de los factores más importantes en la búsqueda de empleo.

Otro estudio, señala que el 75 % de los empleados esperan que las empresas para las que trabajan adopten esquemas de trabajo más flexibles y 72 % de los trabajadores cree que los modelos flexibles los ayudan a ser más productivos.

“El informe Retos y perspectivas del trabajo: Revelando las claves de la evolución laboral de WeWork y PageGroup, señala que más del 65% de los centennials -la generación más grande en la fuerza laboral actual- están insatisfechos con su trabajo actual y la principal causa es la falta de flexibilidad laboral”.

Como se puede observar, el trabajo por objetivos y la libertad horaria representan factores muy importantes para el mercado laboral mexicano. Sin embargo, la mayoría de las empresas está mirando hacia atrás, quieren tiempo presencial, horarios rígidos y más tiempo laboral.

Esperemos que las organizaciones entiendan que los esquemas flexibles también les benefician y ver por sus trabajadores también ayudará a que la empresa sea más sólida. Solamente así podremos hablar de una nueva Era en el mercado laboral en México. Y si eres emprendedor o tienes una compañía (sin importar su tamaño) medita en estas necesidades, tal vez encuentres una vía para crecer con una visión estratégica y moderna para tu negocio.

Algunas fuentes consultadas:

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