Hace una década todavía podíamos ver a lo digital como una opción más en la que un negocio podría tener influencia, hoy esto ha cambiado de forma radical, ya no hablamos de tendencias, sino de una realidad: todo está en digital.

La transformación digital ha sido un proceso global que implica la incorporación de nuevas tecnologías, mayor presencia en la red, la necesidad de estar conectados en todo momento e interactuar en entornos online. Esto se ha ido desarrollando hasta ser un universo en el que todas las personas están inmersas de una u otra forma.

Todo negocio que aspire a mantenerse, diferenciarse y crecer requiere tomar la vía de la transformación digital. Ya es un aspecto de sobrevivencia empresarial, factor de competitividad y una forma de ser más rentables.

Lo positivo es que con este cambio digital también se ha modificado la forma de pensar, la visión de negocio, así que ya no asusta tanto el tema. Sin embargo, para muchos negocios sigue siendo complicado dar un paso, se dejan llevar por la inercia, asunto riesgoso porque si no se tiene el control difícilmente se mantendrá alguien que esté a la deriva.

¿Qué es la transformación digital?

La transformación digital significa acercarse a nuevas tecnologías, generar estructuras y procesos en los terrenos de la RED, para que desde ahí se tenga visibilidad, control e impulso de todas las acciones y estrategias que requiere una empresa para producir-comercializar-distribuir-servir.

Se piensa en ocasiones que por el hecho de tener una página web o abrir un perfil empresarial en una red social ya se es digital, pero no es así. Uno de los factores de este proceso es la integración, todo en una compañía debe estar vinculado entre sí para generar un esfuerzo total y no acciones aisladas que solamente generan confusión y pérdidas.

Se trata de que cada vez más funciones, procesos, esquemas y acciones de un negocio estén en digital.

Factores a considerar

• De entrada un negocio tiene que hacer un profundo análisis de lo que hace, de cómo lo hace, de por qué existen, qué es lo que lo hace diferente, qué está brindando a los demás. Hay que hacer un cambio de mentalidad y todos los involucrados deben estar alineados con dicho cambio.
• Verificar tu organigrama, cambia la visión de negocio porque la transformación digital debe formar parte de la cultura empresarial, debe implicar a todos en la compañía. Piensa en tus procesos (administrativos, operativos, logísticos, etc.), en tus departamentos; tienes que reconfigurar tu negocio para que sea más ágil.
• Ubica todo sobre tus clientes, dónde se mueven, cómo les haces llegar tu información, qué experiencia les quieres brindar para fortalecer y multiplicar tus entornos digitales.
• Para todo esto debes tener una estructura digital, con elementos, procesos y estrategias que nutran tu estructura a nivel general, pero también en lo particular.
• Cada empresa debe tener una transformación digital única y personalizada, no se recomienda que copies lo de otros, claro que alguien que esté haciendo bien su cambio digital te puede servir de inspiración, pero para imitarlo, esto jamás genera resultados.

¿Por qué hacerlo? 

La transformación digital es para cualquier tipo de compañía, sin importar industria o sector, número de personas, nivel de influencia, dónde se mueve, qué comercializa, si son productos o servicios; todo negocio necesita adoptarla. No es un mero capricho, solamente es una lógica de lo que el mundo es hoy: todas las personas se mueven en digital, buscan en digital, consumen en digital, se informa en digital; los entornos dentro de la red cada vez tienen más peso, incluso mayor que los espacios físicos. Entonces los negocios tienen que estar ahí.