Hace unos años preguntaban si los smartphones dejarían su imperio en algún momento y muchos dijeron que no porque llegaron para quedarse, pero realmente sus días están contados, aunque no en un futuro inmediato, ya que es lógico pensar que con el avance del internet de las cosas los celulares son solo una vía, un accesorio y cuando podamos estar conectados hasta en nuestra ropa no los vamos a necesitar.

El término “internet de las cosas” se empezó a usar en el año 2008, con el que se hacía mención que cada vez eran más objetos conectados interactuando a través de la red, luego fue evolucionando hasta ser un objetivo o una guía para el avance tecnológico.

Se trata de que los aparatos tengan capacidad de conexión entre otros aparatos, con base en la red, el wi-fi y la transmisión de datos. De aquí han surgido equipos propiamente que tienen que ver con esa conectividad como las tabletas, ordenadores, reproductores de música y otros artículos más que no se pensaría que tuvieran que ver tanto con ese mundo digital como una bocina, audífonos, lámparas.

Un vistazo al futuro

Esta tendencia ha avanzado de tal forma que ahora se habla de casas inteligentes, cuyos sistemas de servicio están conectados y responden a través de un smartphone o de un comando de voz.

Otro caso es la movilidad, hay investigaciones y desarrollos para tener autos conectados entre sí que se “comuniquen” entre otros vehículos y su entorno, sean señales, semáforos, el tráfico, que detecten a otras personas, situaciones de riesgo, etcétera.

La necesidad de estar conectados en todo momento es el mejor argumento para el internet de las cosas; realmente solo visualizamos el primer hilo de una gran madeja que no tendrá límites.

Por eso empiezan a salir opciones para que estemos conectados con lo que portamos día a día más allá de un celular, por ejemplo con un reloj o con lentes, que ya son una realidad, aunque no se ha masificado su uso. Pero las innovaciones apuntan todavía a un nivel que realmente pareciera una película de ciencia ficción, porque se está pretendiendo que tengamos internet en la ropa que usamos y todo accesorio que portamos como parte de nuestro estilo de vestir.

Ropa inteligente

Vamos a tener una chamarra con wi-fi conectada a través de la que podremos recibir mensajes, responderlos e interactuar con nuestro entorno. Por igual una mochila, una pulsera o un pantalón, todos con sus funciones generales y específicas, así que el smartphone será un accesorio que estorbe.

Actualmente ya existe la ropa inteligente que ha destacado más en el ámbito deportivo, ya que su tecnología de sensores permite medir pulsaciones y otros parámetros vitales de quien la porta, además su diseño con base en nanotecnología permiten una mejor oxigenación y circulación de la sangre.

Otras aumentan el rendimiento, fuerza y agilidad de la persona. Este tipo de prendas se enlazan a la red y muchas veces interactúan con un smartphone en donde se lleva el control y visibilidad de los indicadores que va nutriendo nuestra actividad a través de los sensores.

Quizá todavía no sean tecnologías accesibles para todos, pero un día lo serán. ¿Tú qué opinas de esto? ¿Te emociona o te pone a reflexionar qué tanto cederemos por estar conectados todo el tiempo?