Los géneros periodísticos pueden variar en la forma, de acuerdo a las necesidades de la información y la creatividad del periodista, pero mantendrán la superestructura que los define como tales.
En los géneros periodísticos se distingue un orden básico de categorías que todo periodista lleva a cabo de acuerdo a las reglas de formación:
- La entrada.
- Segundo párrafo.
- El cuerpo.
- El remate.
Esta composición será abstracta, todavía no dice nada sobre el contenido de la nota, entrevista o reportaje, pero prepara al lector.
La superestructura solo organiza el texto por medio de su macroestructura, el contenido de las categorías superestructuras debe consistir en macroestructura. Mientras la macroestructura organiza únicamente el contenido global del discurso, una superestructura esquemática ordenará las macroposiciones y determinará si el discurso es o no completo, así como qué información es necesaria para llenar las respectivas categorías.
Los efectos y las funciones sociales del discurso en la comunicación dependen de los distintos procesos empleados en la comprensión del discurso. Van Dijk habla de los usos de la memoria de corto y largo plazo, un lector común retiene en memoria de corto plazo lo leído, pasará a la de largo plazo si la información del texto se relaciona con sus actividades diarias o si tiene referentes que logren almacenarlo.
Para el lector es más fácil recordar textos con regularidades, es decir, bien estructurados. En el periodismo es primordial estructurar bien los géneros para que el lector se informe sin saltos, con claridad, rápido y en primer orden lo más importante del suceso.
El lector de prensa escrita, de los diarios, realiza consciente o inconscientemente estrategias para decodificar los textos que se les presentan.
Estructura del texto en HECHOS
Sin embargo, habría que distinguir que no todos los integrantes de un auditorio o público son ávidos de la lectura, aquél que está acostumbrado a leer ejecuta un proceso cognitivo que exige más de los textos; un sujeto que no encuentra gusto en la lectura requiere de textos muy simplificados y –probablemente- a la mitad de estos ya dejó de leer.
De aquí que el periodismo tenga entre las cualidades de su estilo la sencillez, para que todo individuo que abra un diario pueda informarse.
La estructura de la información textual en la memoria de largo plazo es la estructura que se le asigna al discurso durante su comprensión en la memoria de corto plazo. Se deduce que la información textual se reproduce primero por medio de proposiciones organizadas en HECHOS.
Estos hechos están conectados linealmente por relaciones condicionales, mientras que sus participantes pueden ser vinculados por medio de la identidad. Así que toda la estructura del HECHO está dominada por una macroestructura jerárquicamente organizada.
Si también el discurso tiene una superestructura convencional, como la de un cuento, entonces la macroestructura puede también ser organizada según un esquema superestructural jerárquico.
Entonces, vemos que la información que entra, una vez que se traduce en proposiciones, se le asignan muchas estructuras en varios niveles y que esta es la manera en que la información es almacenada en la Memoria de Largo Plazo.
Entendiendo el discurso de prensa
También las noticias tienen una superestructura esquemática que consiste en cierto número de categorías convencionales, tales como sumarios, cabeza, acontecimientos, circunstancias, reacciones verbales y finalmente comentarios.
Estas categorías organizan la macroestructura temática del reportaje noticioso. Forman parte de la competencia profesional de los periodistas, y estos, explícita o implícitamente, organizan sus actividades de recolección de noticias de tal forma que obtengan o puedan fabricar información que se ajuste a estas categorías.
Van Dijk distingue diversas estrategias que se emplean en el reportaje: así ni las macroestructuras temáticas ni las superestructuras esquemáticas se realizan linealmente en forma continua.
Al contrario, la estructura de este reportaje es discontinua y opera por “entregas” de las diversas categorías o niveles de información. De cada categoría primero leemos la información más importante (nivel superior), luego, en una segunda ronda, la información menos prominente, y, finalmente, los detalles.
La estrategia global de la estructuración del reportaje noticioso se basa en la importancia, cualquiera que sea la organización macroestructural o superestructural la información más importantes o interesante tenderá a aparecer en primer lugar.
Esta estrategia es altamente subjetiva, obviamente porque lo importante es diferente para cada periodista. Así pues también la estructura del reportaje de noticias y no únicamente su contenido puede influir en las formas en que a los lectores se les presente una estructura de los acontecimientos.
Van Dijk
Por ende, la estructura de la prensa por orden de importancia, señala las estructuras de interés social y, al mismo tiempo, pueden legitimar con ello la reproducción de tales estructuras.
Papel del periodista para informar
Así los encabezados, resúmenes, estructuras temáticas, pautas para la cita, estilo, operación retórica, descripción de actores, evaluaciones y muchas otras características de los reportajes contribuyen –a veces simultáneamente- a la reproducción del orden en la sociedad.
Los géneros periodísticos deben estar estructurados para informar al lector, esa estructura puede tener variantes de acuerdo a los lineamientos del medio donde trabaje el periodista, así como por el estilo que él le imprima, pero el orden esencial para cada género no se pierde, de otra manera se correría el riesgo de escribir por escribir y cualquier texto podría ser considerado como periodístico.
De aquí la importancia del profesional de la información, es él quien dará ese orden y claridad para informar al lector de la mejor manera, la prensa se hace en función de la sociedad en la que se mueve, los medios de comunicación son parte del proceso de socialización, pero también son socializados, así que en gran medida las exigencias de sus lectores determinarán cómo debe manejarse la información.
El riesgo de respetar en demasía las exigencias de los lectores es deformar la labor periodística por un afán de captar más lectores y publicidad; el compromiso de informar bien no debe ponerse en entredicho y si los géneros (como expresión del periodismo) tienen cambios deben ser propositivos, cuyos elementos primordiales no se pierdan, tal vez se acabó la época de los géneros puros, lo cual no indica que la mezcla o incorporación de nuevos elementos sea negativa.
Los géneros periodísticos informativos son los más objetivos, los más calculados y apegados a los sucesos, la manera de estructurarlos debe guiar al lector con datos y no con valoraciones, las estructuras de la nota, entrevista y reportaje deben diferenciarse entre sí.