Hace unos días se dio la noticia que circuló a nivel nacional, de un niño que ofrece hacer mandados para ganar unas propinas, con el objetivo de ahorrar para comprarse una tablet. Su mensaje fue tan creativo que no solo recibió de regalo una tablet, sino una nueva bicicleta para que haga su labor.
Es un claro ejemplo del triunfo del storytelling y de cómo al usarlo se hace la diferencia. El caso de Iker (el niño de Uber Eats) es el de miles de niños en México, un ambiente de carencia económica; pero de entre tantos cuál fue el factor por el que se hizo viral.
Sencillo, un mensaje escrito por una vecina del niño, en una cartulina al frente de su bici. Un asunto de ingenio que fue lo que llamó la atención.
Justo es lo que una marca debe hacer: tratar de diferenciarse en un mar de competidores y esto lo logra cuando presenta un mensaje más poderoso que el de otros, que llame la atención y conecte con las personas. Mira aquí la noticia.