El marketing digital ha impulsado la necesidad de que una marca genere diversos contenidos. Hay tantas posibilidades que esta labor -aparentemente fácil- se convierte para muchos en un galimatías; bueno, en un rollo (para dejarse de eufemismos).
Algunos negocios sí cuentan con un equipo o, por lo menos, con una persona enfocada a desarrollar contenidos y materiales para comunicar a la marca, como mailings, artículos o posteos en redes sociales.
Sin embargo, algunas empresas no cuentan con ese equipo, entonces los contenidos pasan a segundo plano, hasta que se topan con la cruda realidad: no conectan con su audiencia.
Ya sea que tengas una empresa, estés emprendiendo o gestionas una marca el contenido siempre será parte fundamental para que puedas comunicarte de forma eficiente.
Conoce a tu audiencia, ten una estrategia y sé claro
Aquí te van los 10 errores que debes evitar cuando quieras generar contenido como parte de tu estrategia de marketing o para transmitir algo sobre tu marca.
1. Mi sobrino puede
El peor error es restarle importancia a la generación de contenidos y a puestos como redactor, copywriter, storyteller, etc; como si cualquiera pudiera hacerlo. No digo que tampoco sean actividades exclusivas de gurús de la comunicación, pero sí debes delegar estas actividades con profesionales y especialistas.
Me he topado en muchas empresas que los contenidos los hace un familiar, digamos “el sobrino” de tal o cual directivo, ¿por qué? porque le encanta eso del interné (sic), porque se la pasa todo el día en el celular. Ahh vaya criterio para tomarlo como un experto digital.
Tu marca merece atención, merece que inviertas tiempo, creatividad y recursos para que se comunique efectivamente.
2. A mí me gusta
Otro síndrome que me encanta y seguro a muchos profesionales de la comunicación, el marketing o el diseño lo padecerán frecuentemente. Un equipo o una persona genera los contenidos al gusto de su director o de ellos mismos, el argumento: “está bonito, si a mí me gusta a todos les gustará”.
Desconocer tu audiencia es un grave error, el contenido es súper importante, por eso dicen que es el rey (perdónalos Elvis), pero la verdad es que la audiencia lo es todo; tus usuarios, los visitantes, los prospectos y tus clientes, son ellos quienes deben marcar todas tus acciones.
Por lo tanto, la generación de contenidos debe enfocarse en ellos, que a ellos les guste, los emocione, los conecte.
3. A ciegas en cristalería
Y ahí iba el pobre cieguito en la cristalería, tirando todo. Para mí es la mejor alegoría de cuando generas contenido sin una estrategia. Vas a ciegas, dando tumbos, perdiendo tiempo y recursos.
Una estrategia te da un panorama, objetivos para comunicar, un plan de acción y, por lo tanto, los contenidos que generes van alineados a esta estrategia.
4. Si la biblia pudo, porque yo no
Aquí tenemos otro fenómeno curioso, que se ha vuelto un error clásico. Dicen que la biblia es la palabra universal, no lo sé, al menos es un hecho que como libro todo mundo lo conoce, pero ojo, no todos sus contenidos han sido leídos por todo mundo.
Es un error querer hablarle a todos, como si lo que ofreces realmente interesara al universo. Una estrategia de contenidos busca hablarle a tu audiencia, a esas personas que requieren de tu producto o servicio.
Para ello es necesario segmentar, tener claro tu público, tu target, y hablarle solamente a ellos.
5. Ahorita mijito
Hay muchos tipos de contenidos, de formatos y materiales, todo debe estar alineado e integrado para que genere resultados. Un error constante en las empresas es querer resultados inmediatos, casi como si dijeran “ya publiqué un artículo en mi blog, ahora quiero miles de visitas y de esas miles que el 50% me compre, ya, ya, ya”.
Los contenidos son necesarios para ir cumpliendo objetivos, pero como todo, es un proceso, aunque mucho ojo que sí hay formas de que midas qué tanto ha resultado un contenido en específico.
6. A ojo de buen cubero
Ligado al punto anterior, un error en tu generación de contenidos es no medir resultados, hacer esfuerzos constantes sin tener un parámetro de cómo están funcionando, cómo estás conectando con la gente.
Cada material o contenido puede tener un indicador particular y en la suma de todos los contenidos en un periodo de tiempo es cuando podrás medir los resultados de la estrategia general.
7. Espejito, espejito
En el marketing digital hay muchos espejismos, me he topado con algunas compañías que adoran los like en Facebook, como si fuera su único indicador de que algo está funcionando.
Los likes son un gran espejismo, aparentan que un perfil tiene muchos seguidores o que produce un gran engagement con las personas, pero para una marca tener 10,000 likes no es nada si de esas personas que reaccionaron ninguna es parte de su audiencia y no son potenciales clientes.
Por igual, muchas marcas generan contenido de relleno solamente para aparentar, pero esto no les sirve, es mejor un contenido estratégico, de valor, que comunique con claridad para la audiencia que estamos buscando.
8. Cántale bien le decían al mudo
Conforme pasa el tiempo, en el salto de una estrategia a otra, en los diferentes canales, se corre el riesgo de perder la voz de marca. Esto es casi casi como quedar mudo.
Generar contenidos alejados de la voz de marca es perder identidad. Te ha pasado que entras al sitio web de una compañía y luego a una de sus redes sociales y es como ver dos empresas distintas; es porque perdieron la voz de marca en el camino.
Para generar contenidos siempre ten presente la voz de marca, así cantarás bien afinadito.
9. Frío hasta los huesos
Los contenidos de valor, relevantes y que son parte de una estrategia tienen que generar emociones para conectar con tu audiencia. Así que debes evitar contenidos planos, insustanciales, que no entiende tu audiencia, que no causen interés.
10. Qué pereza
Finalmente, la generación de contenidos requiere tiempo, creatividad, pasión; a muchas empresas lo que les gana es el factor tiempo, no lo tienen y, por lo tanto, no generan contenidos para la marca.
Esto nos lleva al primer punto: debes destinarle un equipo, una persona, tiempo y recursos para generar los contenidos, pero créeme, vale la pena hacerlo.